Agarrando el futuro

16/12/2016 – El street workout ha cambiado la vida de Marcos Cruz, un joven colomense que vive agarrado a las barras las 24 horas del día.

Por su propia naturaleza, el deporte siempre ha sido una actividad que tiende a la evolución y a la fusión de disciplinas. El paso de los años ha dado lugar al surgimiento de nuevas modalidades deportivas alejadas de las tradicionales. En la actualidad, sobretodo en las grandes ciudades, el fútbol o el baloncesto ya no cuentan con el monopolio. La influencia de los Estados Unidos, cuna de lo ‘trendy’, llega a medio mundo, cómo también lo ha hecho la crisis y sus consecuencias.

Ahora la gente busca deportes distintos, que se puedan practicar en muchos lugares y que no supongan un coste económico importante. El street workout cumple con todas estas premisas y es por eso que en España está empezando a romper barreras. ¿Quién va a querer encerrarse en un gimnasio pudiendo hacer trucos con el peso del cuerpo al aire libre y aprovechando los parques y las infraestructuras urbanas?

Eso mismo se preguntó Marcos Cruz (24) hace un par de años. Este joven colomense, miembro del grupo Barzam Movement (Barzam viene de barra y de Can Zam), es vecino de Singuerlín y a día de hoy cuenta con más de 23.000 seguidores en Instagram. Su popularidad ha crecido a la par que su capacidad para ‘volar’ pegado a una barra. Si lo ves entrenar, parece que su cuerpo flote en el aire. Es feliz, sobretodo después de dejar atrás un pasado oscuro.

“Antes jugaba al fútbol, pero una lesión de rodilla me izo dejar el deporte con 15 años. Me mentí en el mundo de la fiesta y ahí fue cuando la cagué. Estuve un tiempo metido en la mierda. Siempre que podía, salía, y si podía drogarme, lo hacía”, reconoce Cruz.

Hace dos años, conocer a un amigo de Santa Coloma con el que compartía partidas on-line de Call of Duty le abrió el camino hacia su nueva pasión. “Con él empecé a practicar street workout. Yo venía de haber estado probando en el gimnasio, porque mi família me decía que estaba demasiado delgado, pero no encontraba la motivación. Fue ver un vídeo de los Bar Brothers y engancharme al momento”, relata nuestro protagonista.

Poco a poco, las barras le fueron seduciendo. Conquistando terreno hasta producir el ‘clic’ definitivo. “Al conocer el street workout pude tener contacto con gente diferente. Me han inculcado que droga y deporte no son compatibles y enseñado valores importantes. Ahora sólo pienso en el street workout. Ni drogas ni hostias”, assegura.

Según comenta Marcos, las barras le han cambiado “tanto física como mentalmente”. “En dos años he conseguido ser otra persona. Antes parecía un chico desnutrido”, celebra con una sonrisa. Es perfectamente consciente que su nueva pasión lo ha alejado de un mundo peligroso y dañino. El street workout es el trampolín perfecto para empezar a volar hacia nuevos horizontes.

“Las barras me han salvado. Si no llega a ser por ellas ahora mismo estaría en la mierda. Antes mis colegas me decían que parecía un mono y ahora todos me piden ayuda para aprender”, assegura Cruz. 19 kilos de peso son los que ha ganado en dos años, dato que nos sirve para comprender qué impacto ha tenido el deporte en su vida.

La ONU de las barras

En Santa Coloma, igual que en municipios como Badalona, Sant Adrià o Barcelona, existe un gran componente de población inmigrante. En Barzam Movement, grupo de Marcos Cruz, este fenómeno está a la orden del día. El joven colomense entrena y convive casi a diario con compañeros de Ecuador, Colombia, Marruecos, Rúsia, China o Ucrania, realidad que también valora en positivo.

“A mi me habían insinuado que era una persona racista y ahora lo pienso y digo: ‘no tiene sentido’. Muchos de mis amigos son de medio mundo”, recalca en primer lugar. “Me mola saber cómo vive la gente de otros países. Pueden parecer tonterías, pero creo que son positivas. Por ejemplo, mi amigo Reda es de Marruecos y me ha enseñado a preparar cuscús”, añade Marcos a continuación.

A Cruz, el street workout le ha permitido viajar por “media España” y compartir entrenamiento con personas muy prepradas. “Los rusos y los uncranianos son unos máquinas. Nacen para moverse en las barras. Nosotros aquí en Cataluña somos uno de los grupos que tiene más nivel”, manifiesta el joven.

Vuelta al origen

Cuando comenzó a practicar street workout, Marcos Cruz lo hacía en un parque infantil de Can Zam. Según nos revela, en enero está previsto que el Ayuntamiento comience a instalar allí unas barras homologadas donde poder ejercitarse con garantías.

“Hacía tiempo que el grupo estaba entrando instancias al Ayuntamiento para que se creara el parque. Dani Salgado, el concejal, se interesó más por el tema y creo que en enero lo van a hacer”, declara Cruz.

Cuando ‘su’ parque sea ya una realidad, Barzam Movement tiene pensado organizar talleres para niños y trabajar para expandir el deporte en la ciudad. “Queremos que en Santa Coloma se viva más el street workout. Un día acudimos a las clases de karate de Lee Redondo para enseñarles lo que hacemos y casi me fui a casa más contento yo que los chavales”, comenta. Sin duda, vivir pegado a una barra ha hecho de Cruz un nuevo Marcos.

ARTICLES SIMILARS

COMENTARIS

SEGUEIX-NOS

3,747FansAgradda
1,364SeguidorsSeguir
3,315SeguidorsSeguir
17SubscriptorsSubscriure